ADELGAZAR SIN SUFRIR Y SIN PERDER LA SALUD

¿Cuántas veces has empezado una dieta para adelgazar?

Adelgazar sin sufrir es lo correcto pero seguro que cada vez que oyes la palabra «dieta» la asocias a pasar hambre, a comer platos que no te gustan o a cualquier otra connotación negativa.

«Toda la vida haciendo dieta»,  me dicen muchos pacientes. Es una lástima, pero esto ocurre porque han hecho las típicas dietas que no se adaptan a las necesidades individuales, no son dietas personalizadas. Por otra parte, desgraciadamente, durante mucho tiempo en consultas médicas se ha trabajado, y aún se trabaja,  con dietas desequilibradas y muy restrictivas. Además, muchas veces se proporcionan  preparados de proteínas o medicamentos que perjudican seriamente la salud. Por consiguiente, esta forma de adelgazar da lugar al efecto yo-yo, efecto que han sufrido miles de pacientes que confiaban en no volver a  engordar.

Por este motivo, es muy importante actuar desde la prevención y la solución es  que desde niños se ponga en práctica la educación nutricional. Así mismo, en la adolescencia es imprescindible inculcar una alimentación equilibrada y hábitos saludables para evitar comportamientos alimentarios no adecuados en esta etapa de la vida.

En realidad, adelgazar cuando existe obesidad  o sobrepeso es necesario, es un tema de salud. Esos kilos de más no deben importarnos sólo por un tema estético.

¿Cómo adelgazar sin sufrir y sin perder la salud?

  • Hacer una dieta personalizada, variada y equilibrada.
  • Tomar todos los nutrientes necesarios, tanto los esenciales, hidratos de carbono, proteínas y grasas,  en la proporción aconsejada, como  vitaminas, minerales, oligoelementos y agua.
  • La dieta tiene que ser cómoda y fácil de llevar.
  • Repartir los alimentos a lo largo de la jornada, según el horario en que estemos activos.
  • Hacer una dieta adaptada a nuestros gustos. Debe incluir alimentos y platos preferidos.
  • Aprender a comer. Es importante poco a poco ajustar las raciones según las necesidades energéticas. Si se hace de forma correcta no se pasa hambre.
  • Cambiar aquellos hábitos que impiden conseguir y/o mantener un peso saludable como por ejemplo, no hacer ejercicio, no beber agua, comer deprisa, saltarse tomas…

Por  lo tanto, cuando los pacientes consiguen resultados, poniendo en práctica unos hábitos adecuados y una alimentación equilibrada y personalizada, es cuando se dan cuenta de que la palabra dieta es algo positivo.  En realidad, han llegado a su objetivo sin sufrir y además, lograrán un mantenimiento porque  han creado una rutina saludable.